sábado, 16 de marzo de 2013

Toda una lección de vida

Hu-Ssong narró a sus discípulos el siguiente relato:

-Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan de ese hombre?

-Que es un necio -respondió uno de los discípulos- ¿para qué cargaba las piedras con las que tropezaba?

Digo Hu-Ssong:

-Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, la amargura de las propias equivocaciones... Todo eso lo debemos dejar atrás y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos. Si echamos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro.

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