domingo, 27 de enero de 2013

Creo que soy demasiado positiva

Llevan toda la vida diciendo que luchemos por ser felices, que lo demos todo a la hora de encontrar la felicidad, que nos dejemos la piel en la lucha por realizar tus sueños... Todo inútil.
Es imposible conseguir la felicidad si estás obsesionado en ella, es imposible que te ocurra algo especial si sólo dedicas tu tiempo en buscar la perfección. Ilusos... ¿de verdad creéis que cuanto más perfecto, más feliz? Ni sabéis lo equivocados que estáis. La felicidad se encuentra en el momento que dejas de buscarla.
Es en ese momento en que eres tú mismo y te dejas llevar por el transcurso de los acontecimientos, cuando aparece algo o alguien que te transforma completamente. Es algo casi sobrenatural, tan sorprendente... cómo algo inesperado puede llegar a ser tan imprescindible.
Puede que tu felicidad haya llegado porque has desistido. La buscaste como nadie, diste de ti más que todos los demás juntos... No surgió efecto. Decidiste parar de buscar, con toda tu esperanza y tus ilusiones en la basura. Y ahí apareció. Quizá esté generalizando a partir de mi vida, o quizá sea que creo demasiado en los milagros, pero sé que aparece. Que todo lo malo que te ocurre va siempre seguido por la felicidad más intensa y más real que puedes haber imaginado nunca.

Reality won't change, I'll have to do it

Tengo que aprender que no todo va a ser siempre como yo quisiera que fuese.
Tengo que dejar de pensar que porque otras personas sean perfectamente felices yo puedo serlo.
Tengo que conformarme con la mierda que estoy viviendo, o poner todo mi empeño en hacer que cambie. Puede que incluso tenga que renunciar a algunas cosas para ser más feliz.
Tengo que acostumbrarme al hecho de que cada uno es diferente, que sea lo feliz que sea otra persona, imitarla no me hará a mi más feliz.
En resumen, tengo que admitir la realidad: mi vida no está predestinada a ser feliz a largo plazo.