miércoles, 5 de junio de 2013

Amour

"Quizás no deba decírtelo, quizás te avergüence, pero cuando llegué aquí, hace un rato, recordé cuando de niña os escuchaba hacer el amor. Para mí era tranquilizador. Tenía la sensación de que os amabais, y que estaríamos siempre juntos."

miércoles, 24 de abril de 2013

Mi síndrome de Cronos y yo

Vosotros no tenéis ni idea de lo que es no tener nunca confianza. No sabéis lo que es pensar a cada segundo que en cualquier momento te pueden olvidar y sustituir. Pensar que cualquiera puede ser más interesante, más atractivo... y que se olviden de ti. No tenéis ni puta idea.
Y puede que tenga miedo porque ya me ha pasado muchas veces. Y duele. Duele muchísimo ver cómo alguien que ha sido importante para ti, ahora no se acuerda de eso y te ha reemplazado. Y que haga con otras personas lo mismo, y que les diga lo mismo...
Quizá deba dejar de pensar así. Nadie se acuerda de mi y yo sólo me hago daño intentando que tiempos pasados vuelvan. Porque por mucho que lo intente es en vano, ya se han dado cuenta de que hay algo mejor. Ya han olvidado a la niña bajita y risueña que sólo intentaba hacerlos felices. Ya no se acuerdan de cómo se reía cuando ellos le mostraban la más mínima muestra de cariño, de cómo perdía los nervios cada vez que le hablaban demasiado tiempo de cosas serias porque ella sólo quería pasárselo bien.
Vosotros no tenéis ni idea de lo que es no poder parar de pensar que te lo van a volver a hacer. Y seguiréis sin saberlo porque probablemente, en este momento, estéis sustituyendo a alguien.

sábado, 16 de marzo de 2013

Toda una lección de vida

Hu-Ssong narró a sus discípulos el siguiente relato:

-Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan de ese hombre?

-Que es un necio -respondió uno de los discípulos- ¿para qué cargaba las piedras con las que tropezaba?

Digo Hu-Ssong:

-Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, la amargura de las propias equivocaciones... Todo eso lo debemos dejar atrás y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos. Si echamos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro.

domingo, 27 de enero de 2013

Creo que soy demasiado positiva

Llevan toda la vida diciendo que luchemos por ser felices, que lo demos todo a la hora de encontrar la felicidad, que nos dejemos la piel en la lucha por realizar tus sueños... Todo inútil.
Es imposible conseguir la felicidad si estás obsesionado en ella, es imposible que te ocurra algo especial si sólo dedicas tu tiempo en buscar la perfección. Ilusos... ¿de verdad creéis que cuanto más perfecto, más feliz? Ni sabéis lo equivocados que estáis. La felicidad se encuentra en el momento que dejas de buscarla.
Es en ese momento en que eres tú mismo y te dejas llevar por el transcurso de los acontecimientos, cuando aparece algo o alguien que te transforma completamente. Es algo casi sobrenatural, tan sorprendente... cómo algo inesperado puede llegar a ser tan imprescindible.
Puede que tu felicidad haya llegado porque has desistido. La buscaste como nadie, diste de ti más que todos los demás juntos... No surgió efecto. Decidiste parar de buscar, con toda tu esperanza y tus ilusiones en la basura. Y ahí apareció. Quizá esté generalizando a partir de mi vida, o quizá sea que creo demasiado en los milagros, pero sé que aparece. Que todo lo malo que te ocurre va siempre seguido por la felicidad más intensa y más real que puedes haber imaginado nunca.

Reality won't change, I'll have to do it

Tengo que aprender que no todo va a ser siempre como yo quisiera que fuese.
Tengo que dejar de pensar que porque otras personas sean perfectamente felices yo puedo serlo.
Tengo que conformarme con la mierda que estoy viviendo, o poner todo mi empeño en hacer que cambie. Puede que incluso tenga que renunciar a algunas cosas para ser más feliz.
Tengo que acostumbrarme al hecho de que cada uno es diferente, que sea lo feliz que sea otra persona, imitarla no me hará a mi más feliz.
En resumen, tengo que admitir la realidad: mi vida no está predestinada a ser feliz a largo plazo.